
Onomástica: En el área de la lingüística, la onomástica (el estudio de los nombres) es el estudio de los nombres propios, particularmente los nombres de individuos (autónimo), lugares y cosas (topónimo).
Un individuo que estudia los orígenes, variedades y variaciones lingüísticas de los nombres personales en su contexto cultural es un onomotista. Por ejemplo, un antropólogo que estudia los nombres de los hombres del antiguo Egipto podría considerarse un onomotista.
Indice de contenido
¿Qué es onomástica?
La palabra onomástica tiene tres formas comunes: Ontología (o el estudio de los nombres), Onomancia (o el estudio de los nombres) y Ontogenética (o el estudio de los nombres). Sin embargo, cuando se utiliza para referirse al campo de la antropología, la palabra onomástica puede considerarse sinónimo de etnografía.
En etnografía, el estudio de los nombres se aplica tanto a personas vivas como muertas. Este estudio se realiza principalmente dentro de áreas geográficas, así como entre culturas. Por el contrario, los estudios de nombres se aplican exclusivamente a personas vivas.
La onomástica, a veces llamada ononímica, es un campo que se esfuerza por desenterrar y documentar los orígenes y las derivaciones precisas de los nombres personales.
Por ejemplo, veamos algunos ejemplos. Considere la palabra inglesa «perro». Registrado por primera vez en el siglo XIII, originalmente se refería a un tipo de perro de caza utilizado por los cazadores deportivos.
Con el tiempo, el significado de la palabra «perro» cambió, apareciendo primero como una versión abreviada de «ounds» en los perros de caza y luego como un nombre personal, posiblemente derivado de «cola de perro».
Antropología y la genealogía en la onomástica
Un ejemplo de estudios de onomástica en los campos de la antropología y la genealogía son los estudios de topónimos. Estos estudios buscan revelar la historia genealógica de un individuo o familia.
Los métodos comunes de descubrimiento genealógico incluyen desenterrar registros históricos y entrevistar a familiares que pueden tener conocimiento directo de lugares o eventos específicos.
A menudo, este tipo de evidencia onomástica no está disponible, lo que hace que la onomástica sea invaluable para descubrir la historia familiar.
Además del uso de la onomástica en genealogía y el estudio de los nombres, también se utiliza para ayudar a crear nuevos nombres y etiquetas de familia. Por ejemplo, una nueva familia querría usar la ortografía tradicional para su nombre de pila, pero se encontraría atrapada en una pronunciación incómoda de la palabra.
Con un diccionario de etiquetas, se puede crear un nuevo apellido eligiendo una etiqueta coincidente de una lista de nombres en el diccionario que comparten algunos puntos en común con el apellido o el nombre de la familia.
Las ventajas de este método sobre otros métodos de inventar un nuevo nombre son que el nombre elegido aparecerá en todos los documentos oficiales (incluida la licencia de conducir y el pasaporte), siempre se ajustará a la ortografía estándar y será fácil para los miembros actuales de la familia aprender.
La onomástica incluso se ha utilizado en procedimientos de adopción internacional.
Sistema de codificación de origen étnico de Ontario
En Canadá, se está empezando a utilizar un sistema recientemente introducido llamado «sistema de codificación de origen étnico de Ontario» para clasificar los nombres en función de sus nombres canadienses franceses.
La premisa detrás de este sistema es ayudar a los investigadores y las familias a distinguir dos orígenes completamente diferentes para la misma persona. Por ejemplo, si una persona lleva el nombre de Alex, pero tiene ascendencia británica. Es probable que se clasifique como británica (anglosajona) o irlandesa (irlandesa) debido a su historial familiar en cualquiera de estos países.
Mediante el uso de la onomástica, estos buscadores pueden determinar rápida y fácilmente la ortografía, pronunciación y raíz histórica correctas.